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El histórico beisbolista mexicano y estrella de los Gigantes de San Francisco, Sergio Romo, tuvo su última aparición en la lomita antes de retirarse formalmente como jugador profesional luego de 15 magníficas temporadas en las que conquistó tres Series Mundiales (2010, 2012 y 2014) y fue convocado en una ocasión al All-Star Game de la Major League Baseball (MLB).
Romo tuvo este último chance en el duelo de los entrenamientos primaverales ante los Atléticos de Oakland, donde no pudo doblegar a sus rivales y posteriormente fue cambiado por uno de sus compañeros.
Luego de su último partido como beisbolista profesional, el lanzador mexicano envió una emotiva carta a su antigua organización que fue publicada por el portal The Players Tribune, donde agradeció al cuadro de la bahía por todo el apoyo brindado a lo largo de su carrera como deportista.
“Esta noche puedo hacer algo por última vez, algo que ha sido uno de los mayores honores de toda mi vida: puedo ponerme una camiseta de los Giants. Y antes de ir a hacer eso, solo quería escribir esta carta y compartir algunos pensamientos con todos ustedes. Gracias por leer”, inició Romo.
“Mi carrera en el béisbol realmente ha consistido en cumplir dos promesas. La primera promesa es la que le hice a mi papá a los 11 años: que me iría lo suficientemente bien en el béisbol como para que él pudiera retirarse. Me tomó 14 años como profesional, pero finalmente en 2018 me llamó y me dijo: “Mijo, presenté los papeles hoy. Me retiré.” rompí a llorar. No creo que ni siquiera mi padre supiera cuánto significaba eso para mí”, expresó.
Romo también habló sobre algunos de los detalles más importantes de su carrera, tocando el punto de su primera Serie Mundial en el año 2010, especialmente al referirse a la poca confianza que se tenía en aquel equipo.
“El 2010 siempre será especial porque siempre será EL PRIMERO. Nos llamaban una ‘banda de inadaptados’: teníamos tantos muchachos que habían sido descartados en varios momentos, muchachos que, por alguna razón u otra, la gente no veía como jugadores de calibre de campeonato. Teníamos una ciudad que nunca había ganado una Serie Mundial. Y se lo hicimos a ellos, hombre. Todos nosotros, juntos, de verdad. Si estás leyendo esto, jugaste un papel”, resaltó Romo.
Para finalizar, el serpentinero mexicano se dedicó simplemente a agradecer a la organización de los Gigantes de San Francisco por el respaldo brindado a lo largo de su carrera y destacó que siempre será el equipo de sus amores.
“Y luego, lo último que quiero escribir aquí, es simple. Es gracias, San Francisco. Te amo. Este lugar significa mucho para mí, de muchas maneras diferentes. Y representa muchas cosas que nunca di por sentadas sobre mi trayectoria en el béisbol. Quizás lo más cerca que estuve de renunciar a este sueño fue en la universidad, cuando estaba en el norte de Alabama. Jugué allí como junior, y no voy a mentir: ser una persona morena en esa parte del país fue una experiencia reveladora. Me dio una perspectiva real sobre quién soy y quién quiero ser. Y en San Francisco, sentí que podía ser esa persona”, concluyó su carta.